Ayer llovió.
La última vez que eso sucedió yo estaba en tu cama. Ninguno de los dos había notado que los chubascos habían comenzado, sólo la llamada vigilante de mis padres dió cuenta de lo que pasaba en el exterior.
Pero qué importa el exterior cuando estás escuchando música tan linda, estás con una taza de té al lado y estás con quien tienes una intersección tan grande que, lo demás está demás.
Esa noche pensabamos que eramos invencibles y te dije que la lluvia nunca había sido tan suave y que si todas las veces que lloviera ibamos a estar abrazados trasmitiendonos ese cariño, yo posiblemente viviría en Chiloé.
Y te querría.Llueve, truene o relampaguee.
La última vez que eso sucedió yo estaba en tu cama. Ninguno de los dos había notado que los chubascos habían comenzado, sólo la llamada vigilante de mis padres dió cuenta de lo que pasaba en el exterior.
Pero qué importa el exterior cuando estás escuchando música tan linda, estás con una taza de té al lado y estás con quien tienes una intersección tan grande que, lo demás está demás.
Esa noche pensabamos que eramos invencibles y te dije que la lluvia nunca había sido tan suave y que si todas las veces que lloviera ibamos a estar abrazados trasmitiendonos ese cariño, yo posiblemente viviría en Chiloé.
Y te querría.Llueve, truene o relampaguee.